En un abrir de ojos, entendí el significado de la palabra vida y en un cerrar de los mismos, me percaté que así como un día llegó, mañana tal vez no está. Y entonces el miedo me invadió y esa premonición de que algo malo ocurriría se hizo realidad. Recordé en un instante cada escena de mi vida a tu lado, recordé tu cabeza exhibiendo el cuero cabelludo, porque Dios te había dado el milagro de la vida, convertido en una niña; recordé como fuiste mi Superman! quien me arrullaba en sus brazos mientras Morfeo se apoderaba de mi, me ví en un espejo y apareció tu reflejo, amé en ese instante el ancho de mi espalda del cual siempre tuve queja, sonreí y la mueca generada era exacta a la que hacen tus labios cuando sonríen. Reviví en dos minutos peleas y abrazos, sonrisas y lagrimas, tristezas y alegrías, pero no me gustó ... porque justo esos momentos donde quise gritar de felicidad y dar el mejor regalo de la vida, solo me encontré con una nueva prueba, una que amenaza con dibujar personajes monstruosos dentro de mi cuento, una que quiere ver si soy igual de fuerte como aquel gigante que nunca pensé que alcanzaría, pero que ahora mide igual que él ... aunque solo es una similitud física, porque tu grandeza jamás la lograré ... a pesar de las distancias, de las locuras imaginadas por los mecanismos errados de tu mente y de una personalidad imponente y fuerte, amo a ese hombre que a pesar de odiarme, en la profundidad de su ser aún me sigue viendo como un milagro. Te amo Papá.
Fue inexplicable como en una milésima de segundo, el mecanismo de una máquina fotográfica pudó generar un resultado tan aberrante para una mente. La fotografía es una disciplina que me deslumbra, asi como me maravillan quienes la adoptan como su estilo de vida, su vocación y es fascinante la forma en que me envuelve y dentro del encapsulamiento que crea, logra que mi cuerpo, mi rostro y otras complexiones humanas destellen increíblemente en un papel fotográfico frecuentemente de 11X8.5. Pero el cometido que tuvo hoy durante el quinto periodo del año, famoso por ser el del supuesto fin del mundo, no fue de gran simpatía. Y no porque el retratista hubiese enfocado mal o porque las sonrisas se hubieran desvanecido, todo lo opuesto: ventura, alegría, bonanza o felicidad, sinónimos que se adecuaban perfectamente para ocupar el titulo de cada imagen. Fueron esas mismas emociones pretéritas, las que me llevaron a recordar cada sílaba que lesiono mi emoció...
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