En un abrir de ojos, entendí el significado de la palabra vida y en un cerrar de los mismos, me percaté que así como un día llegó, mañana tal vez no está. Y entonces el miedo me invadió y esa premonición de que algo malo ocurriría se hizo realidad. Recordé en un instante cada escena de mi vida a tu lado, recordé tu cabeza exhibiendo el cuero cabelludo, porque Dios te había dado el milagro de la vida, convertido en una niña; recordé como fuiste mi Superman! quien me arrullaba en sus brazos mientras Morfeo se apoderaba de mi, me ví en un espejo y apareció tu reflejo, amé en ese instante el ancho de mi espalda del cual siempre tuve queja, sonreí y la mueca generada era exacta a la que hacen tus labios cuando sonríen. Reviví en dos minutos peleas y abrazos, sonrisas y lagrimas, tristezas y alegrías, pero no me gustó ... porque justo esos momentos donde quise gritar de felicidad y dar el mejor regalo de la vida, solo me encontré con una nueva prueba, una que amenaza con dibujar personajes monstruosos dentro de mi cuento, una que quiere ver si soy igual de fuerte como aquel gigante que nunca pensé que alcanzaría, pero que ahora mide igual que él ... aunque solo es una similitud física, porque tu grandeza jamás la lograré ... a pesar de las distancias, de las locuras imaginadas por los mecanismos errados de tu mente y de una personalidad imponente y fuerte, amo a ese hombre que a pesar de odiarme, en la profundidad de su ser aún me sigue viendo como un milagro. Te amo Papá.
Mañanas lluviosas, tardes soleadas y noches estrelladas; suelas desgastadas y miles de panes franceses, aveces calientes, aveces tirantes; letras, libros, dibujos; conciertos, teatro y fotos; pulgosos paseando de arriba a abajo, parques con esquinas aromatizadas con un penetrante olor a orina, aunque también, con incontables metros llenos de "bichitos" y arboles dispuestos a acoger su dorso; gente caminando, o tal vez, corriendo, la mayoría siempre conversando y por obligación: sonriendo.... ah! y aquellos corredores llenos de historia, de palomas y porque no, de sus huellas... Sueña día a día con volver a esto, a que su inherencia de silenciosa observadora, se estanque felizmente en algún rincón capitalino, mientras el mundo gira en medio de tanta perturbación y ajetreo...
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