No nacimos solos (procreación y medicina), no crecimos solos (educación y orientación familiar), no moriremos solos (por lo menos con 2 personas, la funeraria, sola no estará), es más no vivimos solos, simplemente por la existencia del señor del lado, de aquel que duerme en la habitación de abajo, o hasta de la misma presencia de los extraterrestres, de quienes sabemos que existen, pero no hay comprobaciones que corroboren ésto.
Solo nuestro inconsciente, más consciente que lo llamado así, sabe que, a pesar de que el cuerpo esté rodeado por masas, músculos, huesos y órganos edificando miles de seres humanos, la mente, el corazón y el espíritu, serán presa de la mal llamada (aveces) maldita, pero otras muchas, bendita Soledad.
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